¿Y cómo es esa sensación?
Ese miedo latente que crece por momentos,
ese que lentamente llena venas y arterias
y que finalmente domina la mente.
Cómo es la sensación
de ver al dragón despierto
y a los torpes guerreros
que olvidaron cómo blandir una espada.
¿Dónde están las alamedas?
¿Cuándo volverán a abrirse?
¿Volverá el hombre libre
antes de que la tinieblas consuman el mundo?
Los fuegos de la fragua
siguen placidamente dormidos,
esperando al hábil herrero.
¿Pero dónde está este?
El tiempo corre y el mundo cae,
la sombra devora todo a su paso
y no hay valiente que le haga frente,
pues todos están muertos o escondidos.
Y tu en tu triste y lenta decadencia,
como si todo diera igual.
El veneno ya ha echado raíces en tu cuerpo
y cuando acabe contigo,
¿Qué hará la humanidad sin guerreros?